No hay por qué temer

No tienes que temer

A la tormenta cruel

Tus manos has de poner

En las de tu Señor


No tienes que temer

De la muerte o dolor

Que el Señor pone un muro

A tu alrededor


No hay por qué temer

Aunque apaguen la luz

Dios estará conmigo

Al cerrar los ojitos


FUENTE. La Biblia en Canciones. Producciones de la Raíz. 1984

El baúl de la Escuela Dominical
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