La Tempestad
Cruzábamos en paz un lago inmenso y
Jesús algo cansado se puso a dormir
Todo marchaba bien, sereno estaba el mar
El viento era tan suave como cada atardecer
De pronto oscureció, el mar se enfureció,
La barca zozobró
Era una tempestad ¡uy! No se puede escuchar
El viento era feroz
//Pidamos SOS, SOS, Señor ayúdanos
Pidamos SOS, SOS, o acabaremos mal
Jesús se despertó y serio se puso en pie
Gritó al viento y al mar: Obedeced mi voz
Calmó la tempestad y el viento enmudeció
No habéis de tener miedo si estoy yo
Creed en mi//
FUENTE. La Biblia en Canciones. Producciones de la Raíz. 1984